River empató 1-1 con Argentinos Juniors en el debut de la Copa de la Liga

 

 

 

River empató 1-1 con Argentinos Juniors por la primera fecha de la Copa de la Liga 2024. Miguel Borja y Santiago Montiel marcaron los goles del partido que se disputó en el estadio Monumental.

River necesita refuerzos ayer. No es una forma de decir: realmente los necesitaba el domingo. Históricamente a este club lo han salvado sus joyas de la fábrica, muchas veces incluso ganándoles el lugar a incorporaciones de jerarquía. Pues bien, el banco de suplentes que presentó River tenía a muchas de esas perlas que tienen el potencial para ser esos salvadores, pero parte del secreto de que los chicos se transformaran siempre en superhéroes era no forzarlos a que lo fueran. Que ellos se impusieran naturalmente: es todo lo contrario a lo que sucede hoy y a lo que sucedió ante Argentinos Juniors, cuando saltaron a la canchaFranco Mastantuono y Agustín Ruberto empujados por último recurso a levantar a un equipo espeso que no pateó al arco en todo el segundo tiempo.

Lo mismo corre para un Fonseca que hizo lo que pudo en la mitad de la cancha cuando idealmente debía tener largas semanas de adaptación: el uruguayo miró muchos más dorsales rivales que lo que se recomienda para un volante central y falló algunos pases, pero se la bancó para una prueba demasiado temprana.

El debut de River en la Copa de la Liga fue en definitiva una continuidad de un mes fatídico que sólo dejó malas noticias. La salida de Enzo Pérez evidenciando su interna con el técnico, la venta prematura de Echeverri, la de De la Cruz, una pretemporada de mínima exótica con cambios extremos de temperatura, las bajas de mercado a las que se les sumaron convocatorias y lesiones para llegar a debutar con apenas 18 jugadores de campo de los cuales seis no sumaban minutos profesionales, las gestiones fallidas por refuerzos: a ese combo salado entre malas decisiones y, decididamente también, mala suerte. Se le sumó el golazo de Santiago Montiel, el primo de Cachete, a quien River dejó libre, en buena medida porque sus altas condiciones son inversamente proporcionales a su mentalidad. Quedó clara, la dicotomía, en apenas unos segundos.

Por lo demás, River mostró que le falta para arrancar. Aun con algunas buenas noticias dentro de la malaria: Paulo Díaz volvió a ser una fiera para consolidarse en el fondo, Armani siempre está, Borja tiene muy pocas pero hace muchos goles y Nacho Fernández jugó en una versión mucho más parecida a la que se espera de él que la del año pasado, con un exquisito pase gol al colombiano para el 1-0. En todo caso, es más fácil analizar las individualidades de River que el conjunto: un 11 que a Demichelis hoy se le arma solo, por default y por la negativa entre tantas bajas de todo tipo y color. En ese sentido, Herrera alternó algunas dificultades de marca con buenas escaladas que fueron una continuidad de su pretemporada, Colidio no gravitó, estuvo impreciso y se vio incómodo en el ataque, sin encontrarse en el circuito de juego ni mostrarse como opción para finalizar, Barco volvió a estar eléctrico pero sin ser determinante como le pide el equipo a esta altura y Aliendro necesita pulir un poco más su botín derecho aún con el sacrificio de siempre que le da crédito como para ser a la larga un número puesto en esta temporada.

Era esperable, para esta coyuntura árida (como el campo de juego del Monumental: también jugó en contra), y más hacia fines de enero, que el funcionamiento de River estuviera tan poco aceitado. Lo mismo corría para un Argentinos Juniors que perdió muchos jugadores en esta ventana (especialmente a Gondou y Redondo, ambos en el Preolímpico) pero que, créalo o no, tenía mucho más banco que el Club Atlético River Plate: Guede lo usó y el Bicho llegó a un empate que aún sin muchas luces merecía desde el arranque de la segunda parte.

Recién empieza el año para River. Un año que lo tendrá otra vez en Copa Libertadores, con mucho por pelear: de los próximos días dependerá que no se le haga demasiado largo.

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