La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó ayer que “no hay salvaciones milagrosas” e indicó que “nos va a salvar el trabajo” y la “redistribución del ingreso” para una “sociedad más justa”, luego de culpar al Fondo Monetario Internacional (FMI) por la inflación y reclamar una revisión del plan de pago de la deuda.
“Tenemos que saber cómo manejar lo que se va a dar a partir del gasoducto Néstor Kirchner. Tenemos que saber que no hay salvaciones milagrosas. No creamos que porque tenemos Vaca Muerta nos va a salvar. Nos va a salvar el trabajo, la tecnología, la investigación, la redistribución del ingreso, una sociedad más justa”, dijo la Vicepresidenta en el marco del lanzamiento de la Escuela Justicialista Néstor Kirchner (Ejnk), en el Teatro Argentino de La Plata, al cumplirse 20 años de la elección que le permitió a Néstor Kirchner acceder a la presidencia.
Aclaró que cuando convocó a la militancia a “tomar el bastón de mariscal” no era para “dárselo por la cabeza a otro compañero”, sino para “poder ayudar a pensar una sociedad y un país diferente y ver cómo podemos contribuir a un futuro mejor”.
“No podemos tener la cabeza tan vieja de seguir discutiendo estupideces”, dijo desde La Plata y añadió: “Las nuevas generaciones se merecen que tengamos la cabeza abierta y sumar los elementos de la tecnología para poder ayudar a construir un mundo mejor”.
Y, aunque sin nombrarlo, dedicó un párrafo especial al diputado libertario Javier Milei. Lo trató de “mamarracho” y puso de soslayo en fuertes términos su definición sobre el “miedo” que “la casta política” le tiene a su figura.
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