Los medicamentos se podrían vender fuera de las farmacias

 

 

 

Desireé Lancelle, la presidente del Colegio de Farmacéuticos de Corrientes, se refirió a las recientes modificaciones al marco regulatorio de la actividad farmacéutica. Desde su lugar, la profesional expresó su preocupación por los potenciales riesgos que implica la venta de medicamentos en comercios de cercanía, como kioscos.

Según la farmacéutica correntina, la venta de medicamentos en kioscos es «riesgosa» por diversos motivos. En primer lugar, indicó que los kioscos no cuentan con la adecuada infraestructura y condiciones de almacenamiento que requieren los medicamentos, lo cual puede afectar su calidad y efectividad.

«Los medicamentos están preparados para soportar temperaturas de 25 grados, y en un kiosco no se tiene ese control de la temperatura. Además, los medicamentos se venden sueltos, sin blíster, por lo que no se puede saber la fecha de vencimiento«, explicó Lancelle.

Asimismo, advirtió sobre los riesgos de la automedicación, una “práctica común” en la población. «Es fundamental que haya un farmacéutico que pueda orientar al paciente sobre la correcta administración de los medicamentos y los posibles efectos adversos», señaló.

La farmacéutica también recalcó que las farmacias no son simples comercios, sino centros de salud donde la población “confía y acude” en busca de asesoramiento. «Nosotros aplicamos inyecciones, medimos la presión y el azúcar, y somos el primer consejo que le da al paciente», explicó.

Regulación / desregulación

Además, la profesional destacó la importancia de que cada farmacia cuente con un farmacéutico responsable, tal como lo establece una ley vigente desde 1969. Sin embargo, advirtió que el reciente Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) habría flexibilizado esta obligatoriedad, lo que representa un riesgo. «Con este DNU, se desregula la actividad farmacéutica, permitiendo que un farmacéutico pueda estar a cargo de varias farmacias. Esto es físicamente imposible, ya que no podrá cumplir con su deber en todas ellas», cuestionó Lancelle.

La farmacéutica también expresó su preocupación por el impacto que podría tener la venta de medicamentos en kioscos sobre la salud pública. «Hubo un problema grande con el tema de los medicamentos apócrifos que empezaron a circular, y tuvimos investigaciones graves aquí en Corrientes», advirtió.

Según Lancelle, la venta de medicamentos fuera de las farmacias también puede incentivar la automedicación, que es una práctica riesgosa. «Como yo siempre digo, el deporte nacional argentino después del fútbol es la automedicación. Nos encanta que el vecino nos recomiende qué tomar», lamentó.

Recordó que en el pasado se implementaron medidas para regular la venta de medicamentos, las cuales fueron posteriormente desreguladas. «En el año 2018, se aprobó una ordenanza en Corrientes que prohibía la venta de medicamentos en kioscos y supermercados, pero luego se volvió a desregular», indicó. De esta forma, señaló que el hecho que sea “de venta libre”, no haga daño.

Se refirió la importancia de que las autoridades regulen adecuadamente la venta de medicamentos, priorizando la seguridad y el acceso de la población. «La ONU recomienda una farmacia cada 3.000 habitantes, pero en el centro de Corrientes hay lugares con tres farmacias en una sola cuadra», ejemplificó.

En cuanto al trámite de la «ficha amarilla» para pasar un medicamento a venta libre, Lancelle explicó que se trata de un proceso exhaustivo y riguroso. «Cada medicamento que pasa a venta libre debe cumplir con una serie de requisitos y estudios clínicos que avalen su seguridad y eficacia», detalló. Señaló que este trámite implica la evaluación de diversos factores, como la composición, las dosis, las contraindicaciones y los posibles efectos adversos. «No es un proceso sencillo, y se requiere del aval de las autoridades sanitarias correspondientes», enfatizó.

Lancelle subrayó que esta transición de un medicamento de venta bajo receta a venta libre debe ser cuidadosamente analizada. «No todos los fármacos son aptos para estar al alcance del público sin la supervisión de un profesional de la salud», advirtió.

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